ENTRE TRADICIÓN Y MODERNIDAD

Desde hace siglos, las culturas más diversas utilizan cañamazos para crear maravillosas alfombras de nudos y delicados tapices. El uso tradicional se diversifica hoy en día en todo el mundo con técnicas modernas y creativas. Nuestra gama incluye desde calidades para estampar destinadas al acabado hasta tejidos variados para artistas o mentes creativas. Ofrecemos una selección única de cañamazos de uno y dos hilos, además de cañamazos de gasa de vuelta, en los colores blanco y natural, así como colores especiales a demanda del cliente.

QUÉ SON LOS CAÑAMAZOS

Los cañamazos son tejidos en rejilla abiertos que están elaborados mayoritariamente de algodón. Son la base tejida de muchas técnicas de bordado y anudado. Por lo general, un cañamazo se cubre por completo con el bordado. Los cañamazos finos, de entre 26 y 70 puntadas en 10 cm, sirven para bordar puntos de cruz, puntos de tapiz, puntos satén y otros puntos combinados con el hilo; los cañamazos gruesos, de entre 13 y 21 puntadas en 10 cm, se utilizan para bordar puntos de cruz, puntos satén y nudos.
Un apresto especial proporciona al tejido cierta rigidez que facilita el bordado. Los cañamazos de ZWEIGART® están tejidos con torcidos múltiples estables, circulares y homogéneos, están bien aprestados y destacan por su superficie cuadrada y exacta. Nuestros cañamazos se dividen en tres categorías: Por un lado está el Mono Canvas y, por el otro, los cañamazos de gasa de vuelta y los cañamazos de dos hilos. Cada ligamento de cañamazo presenta características distintas y es especialmente adecuado para determinadas técnicas de bordado o anudado. El cañamazo a utilizar depende del proyecto en cuestión, de la técnica y del material utilizado.

El Mono Canvas es un cañamazo de un hilo. Tiene un ligamento tafetán, es decir, los hilos de urdimbre verticales y los de trama horizontales se mueven de arriba a abajo y se cruzan a la misma distancia; todos los orificios entre los hilos son cuadros de tejido. Para que mantengan la forma y no se muevan, los hilos del tejido se refuerzan con un apresto.

Los cañamazos de dos hilos también tienen un ligamento tafetán, con la diferencia de que las distancias entre los hilos del tejido no son dénticas, sino que los hilos se juntan de dos en dos y forman un cuadro de tejido estable formado por dos hilos de urdimbre y dos de trama. En los cañamazos de dos hilos, la finura no se mide por la cantidad de hilos del tejido, sino por la cantidad de cuadros del tejido. Los orificios o puntos de inserción entre los cuadros del tejido son más grandes y facilitan el contaje y el bordado. Es el tejido clásico para tapicerías como bordado de tapiz. Una técnica especial para este producto es el trazado: las zonas del patrón se tensan previamente entre los dos hilos bien juntos del tejido y, seguidamente, se bordan por encima. En los cañamazos de dos hilos, las zonas especialmente finas del dibujo, como caras, pueden bordarse también con un hilo partido y más fino utilizando un solo hilo del tejido, de modo que en estas zonas no hay uno sino cuatro puntos para el dibujo.

El cañamazo de gasa de vuelta es un tejido con una técnica especial que consiste en girar dos hilos de urdimbre alrededor de los hilos de trama. Se parece al cañamazo de un hilo, pero en este caso los hilos no pueden moverse, con lo que los tejidos presentan una estabilidad superficial mayor aunque el apresto haya desaparecido con el lavado.

Sobre la colección